Por Elías Leonardo
Vivimos cerca. Nos separa una ciudad. En auto tardamos 50 minutos de recorrido. En transporte público nos podemos llevar poco más de una hora. Pero no nos frecuentamos. Rara vez nos logramos topar. Eso ocurre cada ocasión que hay un partido de importancia mediática a disputarse en Cancún, su terruño. Pese a no vernos nunca, Jesús Sierra ha querido compartirme el sueño que está por cumplir. Por eso es que nos hemos vuelto a ver.
Chuchín, como le digo, es un joven reportero quintanarroense de 25 años que cubre de todo cuanto le piden en el medio que trabaja, pero es futbolero. Devora y consume futbol las 24 horas del día. Si por él fuera, el tiempo se consumiría en libros de Valdano, charlas sobre Champions y anécdotas de la región como cuando Atlante fue campeón en 2007.
Está contento, feliz. No es para menos. Después de someterse al protocolo del sorteo, FIFA le ha autorizado un boleto mundialista. El partido que le tocará presenciar es Uruguay-Arabia Saudita. Todavía cruza dedos para que también pueda asistir al Brasil-Costa Rica. Se contiene las de cocodrilo porque no se lo cree.
Acaba de comprar su boleto de avión redondo. De igual forma ya encontró hotel de precio accesible a su presupuesto. Está vuelto loco por externar su alegría con alguien que no le salga con algo típico como el tradicional “ah, órale, qué padre. Me traes algo”.
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Y es que Jesús ha sacrificado sus vacaciones desde hace cuatro años para ahorrar dinero. Se ha impedido gastar en diversiones, que no son pocas en zonas turísticas como Cancún o la Riviera Maya. La única complacencia que se ha permitido para abrir la cartera fueron sus clases de ruso. Ha aprendido el idioma de Putin para defenderse en Rusia.
Al mismo tiempo está nervioso. Será su primer viaje al extranjero. Chuchín se propuso el reto de hacer real su ilusión mundialista y, ahora que está a un paso, no tiene idea de cómo reaccionar frente a lo que él mismo construyó. Es su logro. Se lo merece.
-¿Por qué cuentas esto a Juanfutbol?
-No sé si haya otro mexicano que se emocione con ver un Uruguay-Arabia Saudita en vivo.
-¿A quién apoyarás?
-¡A Uruguay! Pero…
-Pero, ¿qué?
-Si me toca estar cerca de Mohamed Bin Salmán, el príncipe heredero del emirato, tendré que ser árabe.
-¿Cavani o Suárez?
-Suárez, siempre.
Todavía faltan días para la Copa del Mundo, pero el camino a Rusia ya empezó para los que estarán en las tribunas.
