El cumpleaños de Diego fue el 30 de octubre y decidió festejarlo con su familia. Cumplía 56 años y quería que todos estuvieran presentes, pero no sucedió así.
Sus hijos no acudieron. Lo dejaron plantado. El campeón del mundo en el 86 reprochó la actitud de sus descendientes. Alegó que la familia era primero.
A través de su Facebook, Maradona mandó un mensaje muy claro: sin él, ellos no serían nadie. Podría sonar prepotente o ególatra, pero tratándose de alguien que le dio tanto a su país y que es considerado como una deidad en la nación, las palabras tienen más impacto.
Palabra de D10s (te alabamos, señor)