Por Estanislao Rodallega
Mucho deben agradecerle al propio José Mourinho sus haters. Nadie como Special One para mandar un equipo a la cancha más preocupado en no recibir gol que en buscarlo. Si eso no fue suficiente para comprender que Manchester United se vio pequeño gracias a la propuesta de su DT, Sevilla se encargó de hacerlo entender ganándole en Old Trafford.
Acostumbrado a culpar a todo mundo por sus fallas, Mou ahora debe asumir su incapacidad para obtener resultados en la actualidad. Sin traicionar su estilo temeroso y atado al miedo, el entrenador portugués ha sido rebasado una vez más por los que sí se arriesgan. Los de Montella se atrevieron a ser valientes en el instante preciso, y su recompensa fue la victoria.
Los lovers de Mourinho deben comprender que su ídolo ya caducó. Ese futbol vertical, poco vistoso y sujetado al orden defensivo, es cosa del pasado. Ya no la arma ni con los entornos de conflicto que suele crear este señor como parte de su sistema.
Es día de fiesta para los antis del portugués porque el tiempo, hasta ahora, les ha dado la razón: no iba a llegar lejos el mourinhismo.
Valoras a un entrenador SOLAMENTE por lo que gana descartando su concepto del juego y su utilización de los recursos disponibles. Gana hasta que pierde contra un rival potencialmente inferior. Y te quedas sin ese argumento de la victoria. Duro día para el Mourinhismo emocional.
— VarskySports (@VarskySports) March 13, 2018