Gianni Infantino no tiene un pelo de tonto. El presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) quiere aumentar el número de selecciones que participan en la Copa del Mundo. Para que esto sea posible, dos países van a tener que compartir gastos. Esto ya se había hecho antes en el Mundial de 2002, disputado en Corea y Japón.
Si logran arreglar algunos problemas que tienen, Argentina y Uruguay ya pidieron organizar el mundial de 2030, año en que se festeja el centenario del torneo (esperan tener más suerte que el América en este sentido). En caso de que se acepte la petición, el campeonato volvería a sus orígenes, puesto que la primera edición del mismo se organizó en 1930 en Uruguay.
Lo que propone Infantino es que 40 equipos disputen la fase de grupos (la jugaban 32) y que los mejores equipos que no clasifiquen, jueguen una eliminatoria por sorteo. De ésta saldrán ocho selecciones que se unirán a las que sí clasificaron al torneo.
La viabilidad de esta opción se decidirá en enero, cuando la FIFA se reuna en Zurich para tratar el asunto.