Por Nardo Záizar
Hasta parece que fueron cortados por la misma tijera. Con las proporciones debidas sobre cada liga, ambos llegaron como fichajes estelares de sus respectivos clubes y hasta la fecha todo mundo espera ver que desquiten su contratación como cracks que son. Lo suyo, por ahora, son las lesiones.
Cierto, nuestro Gullit apenas lleva unas semanas en el Azul. Pero la afición celeste quiere que derroche futbol en la cancha. Caro salió traerlo, como caro salió que fuera al Rangers para calentar banca. La falta de actividad en Escocia ya le pasa factura en la Liga MX. Ni hablar. Habrá que esperar 15 días a que se recupere. Agreguen lo que faltará para que agarre ritmo. Y eso si es que no se nos lesiona de nuevo.
¿Y Dembélé? Ay, con este chaval ya no sabe uno qué pensar. Apenas ha jugado ocho partidos en seis meses. Da hasta risa si tomamos en cuenta que Barcelona pagó por él 120 millones de euros. Desde que aterrizó al Camp Nou puras fallas con él entre lesiones y molestas gástricas.
Hoy día, según sus situaciones, nada de futbol proveniente de sus botines.