Por Estanislao Rodallega
Hay tres motivos que unen a americanistas y pumas: el estadio Olímpico Universitario (primero fue casa del Ame), la CDMX y los futbolistas que se han intercambiado en su historia. Si nos agarramos de esa unión, ahora es cuando aficionados de ambos equipos hagan un frente común para presumir que son grandes y le hagan ver a los regios que todavía les falta mucho para tener esa etiqueta.
Hoy dormirán y mañana amanecerán como los patrones de la Liga MX. Pumas y América tienen ante sí la oportunidad de combinar fuerzas para notificarle a Tigres y Rayados que la grandeza solamente les compete a clubes que la han forjado desde antes que existieron los torneos cortos.
Que dos rivales ocupen primero y segundo lugar de la tabla por encima de dos norteños que presumen de tener billete para intentar sumergirse en una realeza de la que están lejos, ¡no todos los días!
¿Carnita asada? Par favaaaaar. Eso déjenselo a los memes. En la cancha, con el balón como testigo, Tigres y Monterrey deben rendirse ante la capital del país porque dos grandes pintan para pelear el título entre ellos. Bye bye regios.