Desde enero del 2015 vive un sueño. Es titular, goleador y una de las figuras del club. Lo pasa de maravilla. Llegó al equipo en 2014 y estuvo parado seis meses por una sanción de la FIFA. En cuanto se terminó el castigo él empezó a jugar. Todo mejoró para ambas partes. Ahora admite que no pensaba que fuera a suceder. “Ni yo mismo pensé que tenía calidad para jugar en el Barça”, revela.
Lo primero fue “adaptarte al juego corto, al 'tiki-taka', al compañero, a que conozcan tu juego, tus movimientos”. Le confiesa a Helden TV que estaba más acostumbrado a los espacios que le regalaban la Premier League y la Eredivisie. En cuanto se acostumbró al estilo blaugrana todo mejoró.
Disfruta lo que vive. Hasta los entrenamientos los ve como “un privilegio”. Le encantan los métodos de Luis Enrique. En concreto habla de la ausencia de concentraciones, el que cada jugador sea responsable de sus actos y de la libertad. Que escuche “consejos de los jugadores” ha provocado un buen ambiente.
No pretende que termine el romance entre él y el club. Encima su familia lo pasa de maravilla. “Estamos muy felices de estar aquí”, sentencia.