Por: Ángel Armando Castellanos
Hace casi 10 años, cuando el Arsenal anunció su fichaje, más de un aficionado vio en él y en Giovani Dos Santos a los hombres que cambiarían el destino del futbol mexicano. Era complicado pensar lo contrario. Campeones del mundo Sub 17 que se estaban puliendo en dos de las canteras más importantes del mundo: Arsenal y Barcelona, respectivamente.
El problema es que hoy, a sus 26 años, Carlos no termina por alumbrar y su mecha no alcanza las alturas que se habían previsto cuando apenas era un adolescente. Hoy se encuentra recuperándose de una lesión en un equipo de mucho menor alcance que los Gunners: la Real Sociedad de San Sebastián, donde todavía no gana título alguno.
Vela es un extraordinario jugador, pero su carrera ha decepcionado si se toman en cuenta los pronósticos que se hacían al arranque, puesto que se esperaba que no sólo fuese figura en un grande de Europa, sino que llevara a la Selección Mexicana a sitios en los que jamás había estado, léase semifinales de una Copa del Mundo.
El delantero lleva tres temporadas siendo la figura de los donositarras, pero, ¿por qué el Atlético de Madrid fichó a Antoinne Griezmann y no a Carlos? ¿Por qué sigue ahí, si ha demostrado ser un futbolista hecho para retos mucho mayores? Simple: porque ahí se siente bien y no tiene ganas de volver a ocupar un sitio casi permanente en la banca, como sucedió cuando jugaba en el Arsenal.
Respecto al 'Tricolor', Vela sólo ha jugado una Copa del Mundo, la de Sudáfrica 2010 y cuando el país entero se ilusionaba con el tridente Vela-Giovani-Chicharito, el '11' se lesionó y no pasó del primer partido. La historia después de 2011 es de sobra conocida y aunque se perfila para ir a Rusia 2018 siempre quedará la duda de hasta dónde habría llegado México si él hubiese participado en Brasil 2014.
Carlos hoy tiene ese reto en frente. Ser figura en un club con aspiraciones europeas dejó de ser un objetivo fijo y lo que sigue -antes de que su declive llegue- es firmar el último gran contrato de su carrera con un equipo que pelee por los títulos y demostrar que el Mundial Sub 17 de 2005 no fue sólo un espejismo de lo que pudo ser.