Luego del entrenamiento en el Estadio Universitario, los jugadores se dirigían a los vestidores pero el francés se detuvo, se acercó a la pequeña para regalarle un abrazo.
Acompañada de su ídolo, Araceli conoció los vestidores del equipo, después de charlar durante un largo tiempo se despidieron con un fraternal abrazo y prometieron reencontrarse.

