Los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 estuvieron marcados por un hecho curioso: Eric Moussambani, nadador guineano, necesito el doble de tiempo que sus oponentes para terminar la prueba de 100 metros planos y, sin embargo, se llevó todos los aplausos. Se convirtió en un fenómeno mediático. ¿Su merito?: sobrevivir.
Moussambani nunca había nadado en una alberca olímpica y su triunfo se dio gracias a la descalificación de sus oponentes.