Con el eventual arribo de Cristiano Ronaldo a los bianconeri, el banquillo se perfila como el destino más seguro para Gonzalo Higuaín quien ha sido criticado por propios y extraños como un delantero que pierde efectividad en los momentos decisivos.
Esta falta de contundencia del Pipita en juegos de trascendencia quedó ratificada durante la breve y penosa participación de la selección Argentina en la justa mundial que aún se disputa en territorio ruso.
Sin haber dado mayores argumentos futbolísticos para despojarse de la mala fama y con la llegada de CR7 a la
Vecchia Signora, no cabe duda que Higuaín se convertirá de pecho frío, en un calienta banca.