Por: Raúl Garrido
Con ganas. Así comenzó el partido Javier Chicharito Hernández. Corrió tanto por izquierda como por derecha persiguiendo los balones que la zaga defensiva ecuatoriana paseaba a placer encabezados por Erazo y Mina. Ecuador fue mejor durante todo el partido, pero el delantero del Real Madrid marcó un golazo desde fuera del área para el triunfo del equipo nacional.
Un error de Paredes en la salida propició el gol de Javier, que con ese olfato goleador, anticipó bien al defensa que alargó de más el esférico. Además del robo, la conducción fue perfecta con la parte externa de la diestra, vista en alto y un pequeño recorte sobre Fricson Rafael Erazo y con la parte interna puso el balón en la red, no sin antes golpear el poste y dejar al meta Alexander Domínguez como un espectador más. El grito, ahogado durante tanto tiempo, volvía a llegar con la casaca de la Selección. No habían pasado ni 15 minutos.
El juego no fue más fácil después del tanto, la posesión del encuentro siguió siendo del equipo sudamericano que tuvo un par de llegadas peligrosas; Jesús Corona tapó bien. Cinco minutos después del gol, Javier Hernández pudo hacer el segundo del partido pero Domínguez lo evitó con la cabeza en una jugada donde el Chicharito picó el balón a pase filtrado.
Con las ganas que le caracterizan, el atacante del Real Madrid corrió todo el encuentro, bajó balones, centró, se asoció con sus compañeros e intentó marcar el segundo todo el partido sin éxito. También apoyó por la banda derecha a la defensiva. Javier volvió a marcar y lo hizo con un golazo, se le vio alegre y sonriendo en la cancha, como hace mucho tiempo no se le veía, quizá desde que enfrentó a Holanda en noviembre, también con la Selección Mexicana.