Por: Roberto Quintanar
Eterna es la discusión entre los historiadores del futbol sobre el lugar donde se practicó por vez primera el deporte más popular del planeta. El único punto de acuerdo es que el balompié moderno se reglamentó en Inglaterra en 1863 con el nacimiento de la Football Asociation, por lo cual se considera a los ingleses como los inventores de esta disciplina, algo que ellos mismos afirman constantemente.
Pese a ello, la selección de fútbol de Inglaterra ha decepcionado constantemente a un público ávido de que su país reine en el deporte que ellos crearon. Sólo una vez los ingleses han podido demostrar superioridad futbolística sobre el resto del mundo, en la Copa del Mundo de 1966, que se celebró en su casa. Un hombre fue fundamental para el Equipo de la rosa en la consecución de esta gesta: Robert Frederick Chelsea Moore, mejor conocido como Bobby Moore, quien recibió la copa Jules Rimet en el mítico estadio de Wembley.
Bobby Moore, nacido el 12 de abril de 1941 en Essex, es también la máxima figura del West Ham United. El férreo zaguero defendió los colores “hammers” de 1958 a 1974, con quienes ganó una Copa de la UEFA y una de la FA. Robert es uno de esos casos extraños de jugadores que levantaron la Copa del Mundo y nunca ganaron un torneo de liga.
Una de las curiosidades del histórico defensa es que por azares del destino se convirtió en el capitán más joven de la selección inglesa. Esto ocurrió en mayo de 1963, cuando Jimmy Armfield, quien portaba esa insignia, se lesionó antes de disputar un partido frente a Checoslovaquia. Pese a que se pensaba que solamente sería durante ese duelo, Alf Ramsey decidió otorgarle la capitanía permanente cuando notó mayores dotes de líder en él que en Armfield. No mucho tiempo después, el legendario entrenador describió a Moore como su “capitán, líder y mano derecha, el corazón del equipo” y la mejor persona con quien ha trabajado.
Bobby sobrevivió en 1964 a un cáncer testicular, el premio más importante en un año en que ganó la FA Cup y la distinción de mejor futbolista para la FA.
Moore fue el auténtico jefe del equipo inglés en el Mundial de 1966. Inglaterra tuvo una durísima primera ronda enfrentando a Uruguay, México y Francia, pero la sorteó bien gracias en buena medida a la solidez de la defensa liderada por Robert. Los anfitriones no recibieron gol durante la fase de grupos ante equipos que, generalmente, apostaban a veloces contragolpes.
No sin controversia, los ingleses llegaron a la final tras vencer a Argentina y Portugal, que contaba con el talentoso Eusebio. En la gran cita, enfrentaron a Alemania, que se puso en ventaja a los doce minutos con un tanto de Haller. Pocos minutos después, Moore fabricó el empate al recibir una falta y él mismo apresurarse a cobrarla para que Geoff Hurst, compañero suyo, en el West Ham anotara la igualda.
El partido terminó 2-2 y debió irse a los tiempos extra. Ahí, con los alemanes exhaustos por haber buscado y conseguido el empate durante los últimos diez minutos del segundo tiempo, Hurst anotó un dudoso y polémico gol que dio la ventaja a Inglaterra. En los segundos finales, Alemania presionaba fuertemente. Moore recogió la pelota en el su propia área y sus compañeros le pedían que la mandara lo más lejos posible; en vez de eso, el gran capitán inglés tuvo la calma para filtrar un pase a su socio Geoff, quien quedó de cara a la portería alemana y terminó de sepultar cualquier intento de reacción del rival marcando su tercer tanto.
Bobby fue levantado en hombros y a la postre recibió la Copa Jules Rimet de manos de la reina Isabel II. No cabía duda alguna de quién era el alma del conjunto inglés, que ese día vistió de rojo.
El episodio más difícil para Moore ocurrió en 1970, cuando, previo a viajar a la Copa del Mundo de México, la selección dirigida por Ramsey disputó un amistoso en Colombia. El capitán inglés fue acusado de robar un brazalete por los administradores de una tienda a la que había asistido con Bobby Charlton. Poco después de pasar por un arresto domiciliario en el hotel (cuando en teoría ya se había demostrado su inocencia), el líder del entonces campeón del mundo fue exonerado.
Probablemente el momento más destacado de Moore en México fue la marca que realizó a Pelé en el duelo de fase de grupos que Inglaterra perdió 1-0 con Brasil. Ambos jugadores intercambiaron camisetas al final del partido, y el astro brasileño expresó que Bobby fue el defensor más duro (aunque leal) que enfrentó en su carrera.
El gran capitán inglés jugó ocho años más tras pasar en 1974 al Fulham y tener una breve aventura en el futbol estadounidense con los equipos San Antonio Thunder y Seattle Sounders. Se retiró tras disputar nueve encuentros con el FC Midtjylland de Dinamarca.
Moore siguió ligado al balompié dirigiendo equipos modestos. El líder de la única Inglaterra que ha hecho honor al mote de “inventores del futbol” falleció el 24 de febrero de 1993 a causa de un cáncer de hígado.
El paso de Bobby Moore por el mundo del futbol dejó una huella que el tiempo no ha podido borrar. Dos figuras del calibre de Franz Beckebauer y Alex Ferguson han comentado con insistencia que se trató del mejor defensa en la historia del juego. De ese tamaño era su figura.