Toda gran historia tiene un comienzo, muchas veces épico, otras no sale como se planea o simplemente se quedan para la anécdota. Con Pumas, su recorrido como equipo profesional fue todo lo contrario a la grandeza que ha formado en estos 64 años.
Primero tuvieron que pasar por las trabas que puso la Federación para que el recién inaugurado Estadio de Ciudad Universitaria fuera la casa del equipo, pocos días antes del inicio de la Liga de Ascenso. Todo gracias a las gestiones del entonces rector Nabor Carrillo y al ingeniero Guillermo Aguilar Álvarez, quien fue nombrado presidente del equipo.
Entonces, el 12 de septiembre de 1954 el rival que marcó el destino de los felinos fue Monterrey en su casa; el marcador no fue el esperado, una contundente derrota por 1-3. El gol universitario, porque en ese entonces sí eran universitarios, fue de Erasmo Colombo casi a final del partido.
La primer alineación que saltó a la cancha por Pumas fue:
Jorge Iniestra; Jorge Pacheco, José Luis Robles Glenn, Juan Solís; Manuel Echávarri, Leobardo Pérez Murphy; Erasmo Colombo, Roberto Juárez, Roberto Valdespino, Sergio López y Antonio Figueroa; dirigidos por Rodolfo Muñoz Castro Butch.