Por: Ángel Armando Castellanos
Los has visto como tus ídolos. En alguna ocasión los criticaste. En otras seguro pensaste, ¿por qué es así? Muchas de las respuestas sobre el comportamiento de los futbolistas se encuentran en su infancia.
Aprovechando el Día del Niño, en juanfutbol te presentamos anécdotas de la niñez de futbolistas y ex futbolistas. Ellos o sus familiares se han encargado de compartirlas. Nosotros las recopilamos y te las mostramos.
Palencia y su “palomita” en la cocina
Juan Francisco Palencia nació en la Ciudad de México. Antes de ser ídolo en Cruz Azul, Chivas y Pumas fue un niño travieso. Parte de la clase media capitalina, no pasó carencias, pero tampoco vivió en la opulencia.
En una entrevista dada hace más de una década al sitio 'Tirazo', Juan Francisco recuerda una de sus más atrevidas travesuras. Estaba en la cocina de su casa, era diciembre y el pozole estaba cocinándose. Al jovencito se le ocurrió encender una paloma (polvorín). La explosión, además de ser estruendosa provocó que estallara la olla con el pozole. De la regañada que le dieron, mejor ni hablamos.
¿Quién iba a pensar que uno de sus goles más importantes (ante River Plate en la Copa Libertadores 2001) lo marcaría con una 'palomita'?
Messi y su obsesión futbolera
Para ser un crack como Lionel Messi, hace falta tener el futbol tatuado. El jovencito desayunaba, comía, cenaba y soñaba con el balón. En una charla para la revista El Gráfico de Argentina, su hermano Matías cuenta parte de la niñez del astro.
“Cuando mi vieja lo mandaba a hacer compras, Leo iba con la pelota. Si no, no iba, y si no tenía pelota, se la armaba con bolsas o medias”, recuerda.
Cristiano Ronaldo y sus lágrimas de triunfo
La niñez de Cristiano Ronaldo no fue del todo sencilla. Su padre fue alcohólico. Si bien no padeció hambre, tampoco tuvo de sobra.
En el libro “Cristiano Ronaldo: una historia de ambición sin límites”, Luca Caioli entrevistó a Rui Santos, presidente del Andorinha, club en el que el portugués jugó cuando era niño.
En aquella época, el equipo de Camacha era uno de los más fuertes de la isla. Andorinha, al final de la primera parte, perdía por 2-0.
“Ronaldo estaba tan desilusionado que sollozaba como un niño a quien le han quitado su juguete preferido. En la segunda parte entró en el campo como una furia y marcó dos goles llevando el equipo a ganar por 2-3. No, no le gustaba nada perder. Quería ganar siempre y lloraba cuando perdía”, relata Rui Santos en la charla reproducida por Goal.
Cuauhtémoc, el travieso
Recientemente retirado, más de un entrenador y ex compañero de Cuauhtémoc Blanco lo han recordado como un jugador bromista y travieso. El provocar y reírse de las desgracias del prójimo le viene desde niño. Al menos así lo recuerda Doña Hortencia Bravo, mamá del hoy candidato a la Alcaldía de Cuernavaca.
En una entrevista con el programa de espectáculos Ventaneando contó que “le escondía las mochilas a sus compañeros de la secundaria, le arrebataba las canicas a los niños con los que jugaba”
Ibrahimovic y su adrenalina al robar
La de Zlatan Ibrahimovic no fue la infancia más “deseable”. Hijo de madre croata y padre bosnio que padeció alcoholismo. Ellos se separaron cuando él vivía su infancia. El dinero en Malmo (donde nació y creció) nunca abundó y por ello cuenta en su autobiografía que pasó “mucha hambre”.
En el libro rememora que “robé muchas bicicletas. También robábamos coches. Era como vivíamos. Hacíamos esas cosas por la adrenalina, la motivación. Vengo de Rosengrd. En Suecia se considera un gueto, pero para mí era un paraíso. Crecí allí y tenía muchos amigos”.
Al final, las carencias y la dureza forjaron su carácter y lo hicieron un elemento muy competitivo. En ocasiones, este carácter ha provocado que sea tachado de soberbio y arrogante por entrenadores y compañeros.