Defendió su planteamiento. Acepta que México nunca buscó defenderse. La idea fue siempre atacar a Honduras. Juan Carlos Osorio es contundente al explicar lo que ocurrió en San Pedro Sula: “no fuimos conservadores”.
Explica que de arranque hubo cinco jugadores ofensivos. “Se puede discutir que Andrés Guardado y Héctor Herrera son volantes mixtos”, comentó. Junto a ellos aparecieron Javier Aquino, Raúl Jiménez y Javier Chicharito Hernández. “Jugamos a lo que correspondía en el juego, contra un rival importante. Ganamos con autoridad”, sentencia.
Continúa con su charla táctica y se refiere a los cambios. “Fueron nominales y no estructurales”, asegura. Ingresaron Jürgen Damm, Jesús Tecatito Corona y José Juan Gallito Vázquez por Chicharito, Aquino y Raúl Jiménez, respectivamente. El ingreso de Damm fue para “ganarle la espalda a Emilio Izaguirre. Siempre va para adelante”.
Es cuestionado por los cambios con respecto al partido ante El Salvador y cuenta las razones: vio a Oswaldo Alanís como lateral zurdo en línea de cuatro y decidió probarlo en línea de cinco. Antes experimentó con Héctor Moreno, Andrés Guardado y Miguel Layún. Alanís le convenció más.
Poner a Aquino y a Raúl Jiménez fue para tener un interior “de apoyo y otro de ruptura”. El balón parado también preocupaba y tres de los mejores defensas -junto a Alfredo Talavera- fueron ingresados.
Respecto al futuro revela que seguirá observando a los jugadores locales. “Nos va a dar posibilidades para la próxima convocatoria”, advierte.