Por: Llanely Rangel | @LlanelyR
Guillermo Vázquez Jr. también es culpable de los triunfos. No sólo de las derrotas. Honor a quien honor merece, como dicta el dicho popular. Hoy Pumas avanza invicto y sin recibir gol, en casa; tiene la mejor ofensiva (22), defensiva (9) y es líder en la tabla general. Culpemos al entrenador.
Hace dos años la directiva universitaria lo dejaba ir porque exigía refuerzos. Para los altos mandos del club, el entrenador pedía jugadores “innecesarios” y costosos. Vázquez se empeñaba en reforzar al equipo, quería a jugadores como Lucas Lobos y Sinha.
Para el Apertura 2014 la directiva rectificó su decisión y de nuevo puso a Vázquez en el banquillo. Hoy Memo les demuestra lo equivocados que estaban. El estratega suma con el equipo una productividad del 70%, la segunda más alta del Apertura 2015, por debajo del 75% que tiene Juan Antonio Pizzi con León.
Hugo Sánchez con el 73% en el Clausura 2004, es el técnico con mejor productividad en la historia del equipo en torneos cortos. De seguir así Vázquez podría superar ese récord. El entrenador ya encontró la fórmula. Consiguió amalgamar el equipo, equilibrar la defensa y la delantera.
“Nosotros no pensamos en los puntos, nada más tratamos de ganar cada partido. Uno a uno llegaremos a los objetivos. Tenemos una mentalidad ganadora, eso es todo”, dijo hace unos días en conferencia de prensa.
Es cierto. Pumas se muestra diferente, los delanteros tienen gol y la defensa se muestra fuerte. Así debió ser siempre. La temporada pasada con a penas seis victorias en 17 partidos se le recriminó a Memo, hoy toca aplaudirle. Porque estos buenos resultados también son su culpa.