Marco Malvido
La presentación de José Guadalupe Cruz se convirtió en una sesión de dardos cruzados entre la directiva de Monarcas y los reporteros presentes. Cuestionados por el bajo rendimiento del equipo, Álvaro Dávila y Pablo Boy respondieron con señalamientos hacia afición y medios de información.
Las palabras del ‘Profe’ Cruz quedaron de lado. La sustancia informativa de lo sucedido en la sala de prensa del estadio Morelos, recayó en la forma en la que el Presidente del Comité Ejecutivo de Grupo Salinas (Dávila) y el Presidente del club (Boy), respondieron a las críticas.
El primer dardo llegó del lado de la prensa: “¿Qué siente que lo que construyó en 14 años se ha destruido en un año?”, por parte del comunicador José Luis García a Álvaro Dávila, quien respondió.
“Para mí no está destruido absolutamente nada, para mí se está empezando una nueva etapa y es una etapa diferente simplemente, creo que las cosas que hemos construido aquí están, están sólidas y esos lamentos y ese lenguaje que usas se me hace de lo más negativo”.
Dávila, en tono molesto, lanzó el dardo de vuelta, cuestionó a la plaza de Morelia como una ciudad rentable. “¿A qué apostamos?, ¿A seguir gastando un dinero que no tenemos, un dinero que no produce esta afición?… estamos realmente endeudados, vean la realidad, esa parte es la que parece ser que siempre se olvida, ¿Para qué esta realmente esta plaza, esta entidad, esta afición?”.
La molestia no bajó de tono y agregó otro dardo: “De todas maneras lo que hable no importa, ustedes ponen lo que se les antoja”, en referencia a la prensa local.
Ya encarrerado, Dávila lanzó un dardo dirigido a los seguidores del equipo. “Una afición que a los 20 minutos que no está ganando el equipo le está chiflando, una afición que promedia 6 mil 500 lugares vendidos por partido”.
“¿Cuándo ha estado la gente realmente comprometida con el equipo?, ¿Cuándo se ha llenado el estadio…si viene el América pues sí te la creo (que se llene). La ausencia de la gente, estamos acostumbrados, ni la tomamos en cuenta porque de todas maneras no existe el apoyo”.
Del lado de la prensa, un reportero respondió y preguntó por qué seguían en una plaza en la que no cuentan con el apoyo ni de afición, ni de patrocinadores.
Dávila respondió: “Era una estrategia dentro del futbol, sí se necesita en el grupo tener un equipo de futbol y se maneja así esa parte. Yo en lo personal he estado feliz aquí, creo que hemos hecho un trabajo importante, bueno, desde nuestro punto de vista, para mucha gente seguro no, y lo creamos con todos los que han estado acá poniendo la parte nuestra más que todo, consiguiendo patrocinios y rascar de donde se pueda para poder ir creando cosas que han visto. Cómo nos ha interesado tener un buen estadio, tener instalaciones, quiero que me recuerden si había fuerzas básicas cuando llegamos, me siento contento con lo que se ha hecho pero no todo sale perfecto”.
Con el ánimo en la sala tenso, el presidente Pablo Boy tomó la palabra: “No sé porque lo crean (que se ha destruido el equipo) y que poca confianza le tienen a la gente nacida en Michoacán, a las Fuerzas Básicas. Cuando lo hacemos (darles oportunidad), porque lo hacemos, cuando no lo hacemos, porque no lo hacemos.
¿Cuál es la formula secreta?¿ustedes la saben? Háganosla saber por favor y así evitamos tantas cosas”, le dijo a los reporteros, para después arremeter con el dardo más filoso.
“¿Ustedes en que nos ayudan?, ¿En estar malinformando a la gente, en ser malos periodistas?”.
Acto seguido Álvaro Dávila pidió a todos suavizar los ánimos y tras una breve intervención de Ricardo Campos, director deportivo, el área de comunicación terminó con la conferencia. Los dardos cesaron.