En sus tiempos con el Madrid, el Pipa y Cristiano compartieron vestuario por cuatro temporadas. Para este torneo estuvieron a nada de vestir la misma camiseta, pero la directiva de la Juve mandó a Gonzalo al Milán. Hasta ahora, ninguno de los dos se ha estrenado con su nuevo equipo.
Higuaín llegó con los Rossoneri para ser referente. Tiene que enseñarle a los chavos cómo se clavan los pirulos en Italia. La cosa para él es que no tiene compañeros que puedan ayudarlo fácil con su deber y eso probablemente retarde sus gritos de gol. Le va a costar.
CR7 tiene un nuevo reto en Turín. Ya lo ganó casi todo individualmente y en equipo. Todos los reflectores están con el portugués. Con Mandzukic y Dybala a su lado, es cosa de que alguno de ellos dos dé un pase o haga una jugada para que Cristi festeje su primer gol en la Serie A.
Es clave tener socios que te saquen las papas del fuego y parece que el Comandante la tiene más fácil. Los mismos jugadores que la temporada pasada repartían talento con Gonzalo, ahora lo harán con Cristiano. Las cosas pueden cambiar tan rápido.