Después de cuatro fechas, los de Maranello no han tenido un fin de semana sin problemas en la carrera. En Australia fue el motor de Raikkonen que no aguantó y el auto de seguridad que arruinó la estrategia de Vettel (según Ferrari), en Bahréin el motor de Seb cedió antes de que iniciara la carrera y Kimi no arrancó bien por lo que nunca pudo recuperar el terreno perdido. En China fue el torpedo ruso que arruinó la carrera de los Ferrari y en Rusia nuevamente Kvyat pegó en el tetracampeón alemán para mandarlo a la pared mientras que el finlandés no pudo contener a Hamilton y apenas logró el podio.
El discurso desde Maranello ha sido que tenían la potencia y velocidad para superar a Mercedes, o al menos darle una pelea fuerte en el asfalto, pero que los problemas en pista han impedido mostrar su verdadero potencial señalando, incluso, que debieron ganar algunas carreras. Pero realmente no han mostrado esa velocidad los sábados y los domingos su arrancada en Australia ha sido la única ocasión en la temporada que se han visto por delante de la dupla de Mercedes.
La SF16-H parecía ser finalmente la respuesta de Ferrari al dominio de los teutones, pero la realidad es que aún se encuentran lejos como queda claro los sábados donde sólo han superado a las flechas plateadas cuando Hamilton encontró problemas en su W07 y no pudo participar en las Q3 de China y Rusia. Incluso, el Red Bull de Ricciardo y el Williams de Bottas ya se lograron meter entre los autos italianos en alguna ocasión. Los domingos, la situación ha sido igual pues aunque en Australia el auto de seguridad afectó en algo pero el paso de Rosberg con el compuesto medio fue casi a la par del de Vettel con las super suaves por lo que si el alemán de Maranello hubiera optado por el compuesto medio durante la bandera roja, difícilmente podría haber aguantado los embates del eventual ganador del primer Gran Premio del año. En Bahréin la historia fue similar y un percance al principio hizo que Raikkonen se tuviera que concentrar más en remontar que en atacar a Rosberg pero nunca fue suficientemente rápido como para pensar en que habría dado pelea al alemán.
Entonces, después de cuatro muestras, es claro que Scuderia Ferrari no se ha acercado a Mercedes y hubiera sido necesario un fin de semana perfecto en todos los aspectos para siquiera pensar en pelear el puesto más alto del podio y, desgraciadamente, tanto España como Mónaco son difíciles de juzgar con los resultados porque una es conocida a la perfección por todos los equipos (lo que permite victorias como la de Maldonado) y Mónaco es complicado rebasar por lo que si Ferrari logra hacerlo en la arrancada, ni siquiera el gran W07 podría ser suficiente. La victoria escarlata, en términos reales, probablemente tenga que esperar hasta Canadá, pero por lo mostrado, podría ser hasta antes de partir al descanso veraniego que Ferrari se logre acercar, claro, con el campeonato probablemente decidido a favor de las flechas plateadas.