Por Rodrigo Juárez
Como aficionado es muy frustrante ver a tu equipo llegar, llegar y no meterla, porque el contrario está tirado atrás. En lugar de disfrutar el juego, lo sufres. Hasta exiges que se acabe lo más pronto posible en beneficio de todos.
El fut pierde su esencia
Es un espectáculo que debe vivirse con mucha pasión, pero cuando te ponen una fila con 10 hombres defendiéndose en línea para proteger a su portero, pffff, todo se vuelve un taller contra la desesperación.
El partido se vuelve aburrido
Les acepto 20 minutos. Órale, va, si quieren 40. Pero de eso a tolerar más de 70 con un equipo que solamente se dedica a reventar balones y patear adversarios para protegerse, ya es martirio. Mejor te hubieras quedado en casa a ver los cortometrajes existenciales que tú hiciste.
El equipo que defiende pierde credibilidad
Si llegas a plantarte con un cerrojo defensivo para después presumir que saliste a la cancha para ganar, algo no cuadra. Y eso es lo típico que argumentan aquellos equipos que se dan por bien servidos con no perder.
no te sientes orgulloso de tu equipo
A mí me daría vergüenza presumir que nos colgamos todos del travesaño para rescatar un puntito, o bien para no llevarnos más de un gol. Da pena comprobar que tu equipo no trae nada cuando ni un solo tiro a gol genera.
tu técnico no es muy bueno
Lo más difícil de asimilar: saber que te volvieron a vender humo y tener que soplártelo. Al principio te hicieron creer que podías ser campeón, pero no, a la mera hora te demuestran que un candado con 11 hombres es a lo más que aspiras.