por Leo Salazar
Entre broma y broma, la idea de que Carlos Vela pueda llegar a jugar con Pioneros de Cancún no es tan disparatada, mis chavos.
Miren, se trata de un equipo quintanarroense que tiene arraigo entre la comunidad local. Además el apellido Vela está identificado con este club, sobre todo en la actualidad porque Enrique, hermano de Cracklitos, es el actual entrenador.
Déjenme decirles que Pioneros se ha caracterizado por tres aspectos en los últimos años: trabajo con jóvenes, protagonismo en Liga Premier y escuela de entrenadores. Sus fuerzas básicas son de las más reconocidas por su efectividad para dar continuidad a procesos infantiles y juveniles en el sureste mexicano. Se trata de un equipo que sabe combinar talentos de su semillero con refuerzos para clasificarse de manera continúa a la Liguilla con el objetivo de ganar el boleto para el Ascenso MX. Dos de sus últimos técnicos dieron el salto a la siguiente categoría; Irving Rubirosa, uno de ellos, hoy día es campeón con Alebrijes de Oaxaca.
Todos los puntos que estructura Pioneros para aspirar a más en el plano profesional, le empiezan a dar resultados. Enrique quedó a cargo del primer equipo tras la salida de Rubirosa. Para nada desconoce el banquillo. Fue entrenador del plantel en la Tercera División. En su primera temporada como el mero mero del trono en la Serpiente Roja quedó fuera de la Liguilla en la última jornada por diferencia de goles, pero logró conformar un grupo de jugadores con sistema definido para pelear el título el próximo torneo.
De continuar con buena planeación y conducción en materia futbolística, Pioneros no tarda en cumplir con el propósito de ascender. Ahora bien, si a Enrique le dan confianza como timonel para alcanzar dicha meta, Carlos V tendrá que hacerle efectiva a su hermano la propuesta de ser su refuerzo de lujo.
En caso de suceder, segurito que Pioneros llena el estadio, algo que Atlante no puede presumir en Cancún, ni en todo Quintana Roo.