Por Samuel Hernández
Sencillamente el Ame debe llegar a la final. Sí, el equipo más odiado es el elegido para evitar la catástrofe de los cuatro grandes. Tiene la misión de impedir la consagración de los clubes regios como protagonistas y mandones del futbol mexicano en los últimos tiempos.
Aceptemos que si Monterrey y Tigres llegan a la final, no habrá pretextos para América, Chivas, Cruz Azul, Pumas. Sus aficiones se verán obligadas a aceptar que los del norte mandan hoy día. Se tendrá que reconocer su grandeza reflejada en la capacidad para pelear y ganar títulos.
Por lo anterior, el Ame tiene la encomienda de sacar el pecho para recordarle a los norteños que la historia también juega. En representación de chivahermanos, cruzazulinos y pumas, las Águilas cargan con la responsabilidad de hacerle saber a Monterrey y Tigres que la vieja escuela sigue vigente, además de que no hay más lugares en la élite de los grandes.
¿Podrán Herrera y compañía arruinar la final soñada en el norte? ¿Qué piensan Juanáticos?