Lunes, un día después de ser despedido como entrenador del América, Ignacio Ambriz aún no supera el trago amargo de salir del equipo.
“Te quedas con ese sabor amargo de no terminar este certamen y a la postre quisieras que a lo mejor fueras más cuestionado al final de un torneo, para ver qué se podía conseguir”, revela Ambriz en entrevista con Esto.
Nacho Ambriz describe cómo fueron sus últimas horas en Coapa, y cuenta que Ricardo Peláez le advirtió que la situación estaba muy difícil.
“Me mandó llamar. En un principio hablamos muy poquito, de que qué pensaba, de lo que venía, cómo había visto el partido, y como le dije, ‘Ricardo, realmente fuimos un desastre, no jugamos nada bien, no nos salió nada, ni pasando por mí como entrenador, ni mis jugadores’. Algo anormal de lo que le puede pasar a este equipo. Y ‘sí es para alarmarse’, le digo, para estar preocupados, de que el equipo no tuvo reacción, no tuvimos llegadas a gol, salvo en los primeros 15 minutos, en los que el equipo medio intentó, y después del gol no tuvimos nada de reacción”, dice.
“Sí, ‘estoy de acuerdo contigo’, me responde. ‘¿Qué has pensado para el partido que viene?’ Le digo, ahorita ni en la cabeza me entra qué puedo pensar para el juego. ‘No, pues salte a entrenar. Yo estoy preocupado, no sé qué pueda venir. Estoy esperando llamadas de la gente de arriba, de los dueños, qué puede venir, qué puede pasar. Está muy difícil la situación’”, añade. “Salimos a entrenar y después nos contó la decisión que se había tomado”, remata.
Ambriz aclara que nunca presentó la renuncia al equipo por qué se sentía capaz de revertir los recientes malos resultados.
El exentrenador del América se mostró orgulloso por haber obtenido la Concachampions, a pesar de que algunos menosprecien ese título.
“Muchos no quieren darle el valor que tiene, pero es un título que hoy al club le permite ir a un Mundial de Clubes”, expuso.
Además Ambriz recalcó que siempre trabajó con compromiso y profesionalismo. Y ejemplificó su salida con la de Capello del Real Madrid.
“A nadie le vine a robar ni a mentir. Vine a trabajar con mucha humildad y hasta el día de hoy lo hice con ese gran compromiso y profesionalismo. Hoy nos juntamos (con su cuerpo técnico) y quedamos de irnos con la cabeza arriba, nada de agacharnos. En el futbol entendemos que es así. Entiendo que cuando el señor (Fabio) Capello fue campeón del Real Madrid y ya no siguió. Salió. Me acuerdo mucho de esa imagen, porque vivía en España. Si este señor que ha ganado todo, después de un campeonato queda fuera, todos los demás quedaremos”, concluyó.