Miguel Layún se está tomando muy enserio esa idea de sacar todo y decir de todo al mundo, pues ahora se abrió completamente con sus fans americanistas tras la pifia ante Chivas. 

Y es que lo que sea de cada quien mis Juanáticos azulcremas, todas las derrotas duelen, y más si estás en Semifinales. Pero lo cierto es que ante el Rebaño Sagrado es el triple de dolor.

Pues es ese equipo con el que justo no te debes de dar el lujo de caer, es el acérrimo rival, y ahora las aguilitas de verdad ni las manos metieron. 

Por eso entendemos el dolor de nuestro Layún, pues si está bien feo cómo se dieron las cosas este fin. Y súmenle que el Tano Ortiz se bajó del barco cuando se estaba hundiendo.

Me encanta que medio mundo esté alabando su renuncia, pero de este lado lo vemos como curarse en salud y no enfrentar lo que él mismo ocasionó. Es decir, nos está dejando morir solos. 

¿Miguel Layún se despidió del América?

Y realmente así dejó ver Layún que se siente, que sigue muy lastimado por la eliminación americanista. Justo por eso usó sus redes sociales para externar y hasta llorar cómo se sentía. 

“La vida es más que solo la cara bonita que ponemos en redes sociales. Hoy ha sido uno de esos de bajón jodido. Quería compartirlo con ustedes, solo para que se den cuenta que la vida no siempre es bonita, la vida no es solo lo que vemos en redes sociales de la gente. La vida tiene altos y bajos, pero cómo la afrontamos es lo más importante. Que tengan una bonita semana” 

MIGUEL LAYÚN

Sniff Sniff, no estoy llorando, se me metió una basurita al ojo. Pero al final así lo señaló Miguelito en su cuenta de Instagram, donde no dejó de externar los sentimientos encontrados que le trajeron la eliminación. 

“Aún duele, aún no lo creo. ¡Gracias por lo vivido este torneo!”, lo cual publicó junto a varias fotos de lo que pasó con los azulcremas durante los últimos cinco meses.

Y no sé ustedes mis Juanáticos chismocitos, pero también lo sentí como si el final estuviera cerca y ya nos estuviera preparando para despedirse de las canchas. 

Esperemos que no porque serían muchos golpes en tan cortito tiempo que nos romperían el corazón en cachitos. Si de por sí.