Cruz Azul ahora si metió las cuatro ante la supuesta “sanción” que presumieron darle al Cata Domínguez ante su fiesta temática de narcotraficantes.

Pero por menos de eso, hubo un jugador de la Liga de Expansión al que le fue como en feria, se trata de Gaspar Servio.

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No se preocupen Juanáticos, les refrescamos la memoria. Servio estuvo en la época en que Maradona tenía el timón de los Dorados de Sinaloa. 

Fue en 2019 cuando se llevó a cabo una sanción más que ejemplar tras el Culiacanazo. Y no, no nos referimos a que dejaron libre a Ovidio Guzmán.

Sino a que este suceso dejó comentarios poco afortunados, pero pese a lo que pasó con el Cata, aquella ocasión si hubo consecuencias.

Tras el supuesto intento de captura del “Chapito”, Servio, arquero argentino de los Dorados. Publicó en su Instagram imágenes de las balaceras que se suscitaron en las calles de Culiacán. 

Hasta ahí todo normal, pero el quiebre vendría cuando las acompañó de canciones de fondo como ‘Arde la ciudad’ y ‘Gata del Vip’. Lo que fue tomado como una burla.  

Para lograr salvarse de una sanción, intentó decir que su cuenta había sido hackeada, y que él no tenía nada que ver.  

Pero dicho cuento no se lo tragó la directiva del Gran Pez, quienes no toleraron la actitud del sudamericano. Y ni tarde ni perezosos decidieron acabar su relación con el argentino de manera inmediata. 

La mano dura se notó en ese momento y sin titubeos. Fue despedido de inmediato. Algo que ahora los fanáticos del futbol mexicano han revivido para poner el ejemplo de lo que debió pasar con el Cata.

¿Qué pasó con el Cata Domínguez? 

Al futbolista mexicano se le ocurrió la grandiosa idea de organizar una fiesta infantil con temática de narcotraficantes. 

Sí Juanáticos, ya saben el Cata y su genialidad. Pero esto se pone cada vez mejor, pues al jugador de los celestes se le ocurrió publicar todo lo que pasó en la fiesta.

En donde se les vio a los niños encapuchados, con armas largas de juguete, y gorras representativas del Chapito. 

Pero esto en vez de derivar en una sanción más que ejemplar por parte de los cementeros. Solo se quedó en una llamada de atención “para que no lo haga de nuevo”. Lo que terminó en la furia de los aficionados celestes al no cesar al futbolista.