Por Gerardo Lozano
La Selección Mexicana volvió al Víctor Manuel Reyna tras casi 6 años. Y sabemos gracias a nuestras redes sociales o por la plática del día posterior que lo más trascendente fueron los espontáneos que saltaron a la cancha del Zoque, argumentando la falta de seguridad y organización. Pero venga, cuando tienes mucho tiempo sin jugar en una zona de país, obviamente habrá unos cuantos locos que tratarán de realizar su cometido.
Ahora, el 'Tri' tendrá otro duelo amistoso ante Panamá en Querétaro. Durante ese tiempo, el equipo estuvo jugando por diferentes ciudades de México y Estados Unidos. Mucha gente ha criticado junto a la influencia de los medios de comunicación que el seleccionado nacional juegue en plazas “no futboleras”. Grave error; la selección merece visitar al menos las 18 plazas del fútbol, y hasta algunas de la Liga de Ascenso.
Hay quienes suelen decir que el cuadro tricolor es la “gallina de los huevos de oro” de la FMF… y lo es. El jugar con el sentimientos de nuestros paisanos en la Unión Americana es lo mejor que le ha pasado a los directivos de la selección, esto ya desde hace 15 años. La empresa SUM se encarga de organizar los partidos de México en tierras estadounidenses. Les trae rivales “moleros”, pero no es culpa de los rivales que se les llamen así, ya que ellos deciden a qué jugadores traer a los partidos ante el combinado azteca. No tienen la obligación de traer a los mejores, ya que es un largo viaje desde los países sudamericanos o europeos.
En el norte, ciudades como Torreón, Monterrey y Tijuana, incluso hasta Culiacán; en el centro, Aguascalientes, Querétaro, León, Puebla, Pachuca y Toluca también tienen la capacidad de albergar un partido de selección; en el occidente, sabemos que también los estadios de Guadalajara tienen para defenderse. En otras latitudes, tanto Chiapas, Veracruz y los recién remodelados estadios de Zacatepec y Tepic cuentan con inmuebles con las necesidades claves para que el Tri, juegue en partido amistoso.
Lo que trato de decir es que hay suficientes plazas para que el 'Tri' pueda visitar, tal vez no cada año, pero tampoco hay olvidarse que el equipo mexicano pertenece a tanto el niño del sur como al adolescente del centro, al igual que la familia norteña que espera el día que puedan ver un partido donde haya 11 jugadores mexicanos batiéndose a duelo.