Muchas esperanzas había en este equipo portugués; el barco estaba infestado de cristianolovers y uno que otro que había comprado el campeonato de la Euro 2016. Portugal llegaba con un papel amenazante a Rusia, un papel que ellos mismos habían comprado a base de nada.
En el primer juego, ante España, dieron esperanza para sacar las papas del fuego