Por Rodrigo Juárez Soto
¡La copa no se toca! Es la frase que deben aprender todos los jugadores, la maldición de poner su mano en el trofeo antes de empezar el partido es un hecho. Payet en la Europa League y estos cuatro casos comprueban una de las máximas del futbol.
Zidane – Mundial 2006
Tenía que ser una noche gloriosa para Zizou su última noche como futbolista, pero ¡No! El francés acarició la Copa del Mundo, el resultado: salió expulsado por un cabezazo y sin aquel trofeo que Italia alzó.
Ludovic Giuly – Champions 2004
El Mónaco y el Porto se jugaban la Orejona, Giuly se le ocurrió que sería de buena suerte tentar ese bello trofeo, 90 minutos después vio como Mourinho y su Porto levantaban el trofeo por segunda ocasión en su historia.
Gattuso – Champions 2005
Un año después, el capitán del Milán decidió hacerle ojitos y darle un pequeño cariñito a la Champions, quién no lo haría ¡La netflix! Al final el Liverpool dio una voltereta histórica y en penales se proclamaron campeones de Europa.
Anatoliy – Champions 2012
El Bayern y el Chelsea se rifiban para conocer al mejor equipo de Europa, al ucraniano se le hizo fácil tocar la copa sin medir las consecuencias. El Chelsea ganó ese Champions y la maldición se volvía a corroborar.
Payet – Europa League 2018
La más reciente de todas, la final de la Europa League no demostró que no se debe tocar el trofeo, Payet todavía se dio el lujo de besar su mano antes de acariciar la copa. Ni ese gesto impidió que a los 30 minutos salera lesionado y que el Atleti goleara 3-0 al Marsella.
La excepción
El único jugador en romper ese maleficio fue Grzegorz Krychowiak con el Sevilla en la final de la Europa League en 2015. Los demás jugadores deberían preguntarle con qué brujo fue para que la maldición no surtiera efecto en él.