Por Rubén Martínez
Hirving Lozano, nuestro ChuckyDios, es el mejor jugador mexicano de la actualidad. Poco más de tres años pasaron desde su debut con Pachuca para que verlo convertido en el ídolo de la afición. Pero su talento no se quedará en sólo eso, llegará más lejos. Su nombre se unirá a los de Hugo, Rafita, Cuauhtémoc, como las leyendas de nuestro futbol.
Aún recuerdo aquel 11 de febrero de 2014, Hirving Lozano jugó por primera vez un partido en Primera División con el Pachuca. El escenario era inmejorable para el futbol mexicano, el estadio Azteca y contra al América. En un encuentro donde no se habían hecho daño, entró él para cambiarlo todo. Chucky, con cinco minutos en la cancha, tomó el balón justo en el medio del campo, cerca de la banda derecha y condujo. Afuera del área encaró y se quitó fácilmente al Maza Rodríguez. Recortó hacia el semicírculo. Disparó con izquierda, raso y pegado al primer poste de Moisés. El portero se quedó inmóvil. Debut soñado, anotar gol y con éste darle el triunfo a tu equipo.
El apodo de Chucky lo tomó por las bromas y sustos que le sacaba a sus compañero en concentración. Su llamado al primer equipo de los Tuzos fue con Gabriel Caballero, pero Enrique Meza fue quién se animó a debutarlo.
Sus triunfos y premios no son recientes. En el Pre-Mundial Sub-20 de Concacaf de 2015 ganó el Botín de oro. Con la selección mayor debutó en marzo de 2016 con anotación contra Canadá en las eliminatorias rumbo Rusia 2018.
En los clubes que ha estado es referente y goleador. Con Pachuca logró el campeonato de liga en el Clausura 2016 ante Monterrey. Ese mismo año también salió campeón de Concachampios. Esos títulos. la calidad en sus pies y los más de 30 goles en México le dieron su pase al PSV Eindhoven.
A Chucky le gusta debutar con goles, lo hizo con los Tuzos y con el Tri, tenía que hacer lo mismo en Holanda. Primero en un amistoso y en después en Liga. Le bastaron 30 minutos para empezar a escribir una historia de ensueño. Desde esa anotación, Lozano se ganó el corazón de los granjeros.
¡La neta! Esta nueva joya del fútbol mexicano nos ilusiona con la esperanza de que pueda conducir a México al mundial de su historia. Pero más allá de eso, también es una motivación para los chavos que vienen atrás de él buscando un lugar en el fútbol.
Vienen muchas travesuras más de Chucky, ésas que nos harán vibrar, así como el viernes contra Bélgica.