La justicia fue a Zlatan. El tribunal sueco condenó por difamación a un entrenador de atletismo que dio a entender, hablando del aumento de su masa muscular, que Ibrahimovic se había dopado en Italia.
Ulf Karlsson expresó sus sospechas sobre el paso del goleador por la Juventus entre 2004 y 2006. Karlsson señaló que en ese entonces el delantero había “ganado 10 kilos de masa muscular en un año”, lo cual no era posible a menos que recurriera a métodos prohibidos.
El tribunal de Karlstad dio la razón al jugador, que había presentado una denuncia, juzgando que estas palabras habían perjudicado su reputación y condenó a Karlsson a una multa de 2.500 euros.
Moraleja: ¡Nadie se mete con Zlatan!