América volvió a echar al mismo rival en la misma fase una década después. Fue también un 11 de diciembre, pero de 2006. Ese día, las Águilas se deshicieron con muchas dificultades de un desconocido equipo coreano que era incómodo, rápido y luchón: el Jeonbuk Hyundai Motors.
El único gol del partido llegó cuando el cronómetro marcaba 79 minutos de juego. En medio de la desesperación azulcrema por no poder definir el partido, apareció el chileno Ricardo Rojas para salvar la papeleta. Una buena jugada de Salvador Cabañas fue culminada de forma trompicada por el defensor andino. Esa jugada fue suficiente para echar a los asiáticos del certamen.
Ahora las cosas fueron diferentes. Aunque América fue ampliamente superior a su oponente y le venció con justicia, el equipo coreano se fue arriba en el marcador y debió aparecer Silvio Romero para salvar las papeletas; sufrimiento innecesario, pero emocionante.
Una década después, los capitalinos buscan borrar el amargo recuerdo de la goleada que les endosó el Barcelona y hacer historia eliminando al que para muchos es en este momento el mejor equipo del mundo.