Por: Raúl Garrido
Fue el sábado 6 de junio cuando México enfrentó a la Selección de Portugal sin jugadores como Cristiano Ronaldo o Pepe que venían de ganar La Décima con el Real Madrid. Ese día fue el último bajo los tres palos del seleccionado mexicano para José de Jesús Corona, sólo jugó los primeros 45 minutos. Hasta este sábado que enfrentó a Ecuador con victoria para México por la mínima diferencia con un golazo de Javier Hernández.
El partido de Corona comenzó movido, apenas corría el minuto tres cuando Diego Reyes perdió un balón en la salida y Chuy tuvo un mano a mano que le sacó al delantero Bolaños y mandó a tiro de esquina con el hombro. Sería el primer enfrentamiento entre ambos, pero no el último durante el encuentro. Todos a favor del portero del Cruz Azul.
Jesús fue el líder de una defensa distraída que Héctor Moreno no podía comandar del todo por las múltiples desatenciones. Por una banda o por la otra, los errores se multiplicaban y Corona tenía que ordenar a sus muchachos debajo de los postes. Lo mismo jugaba el balón con los pies que le robaba un remate a Caicedo por arriba o atajaba los disparos de Jefferson Montero.
Si México ganaba a Ecuador era gracias a las atajadas del portero de Jalisco. La cereza del pastel llegó en el segundo tiempo cuando el árbitro Christopher Reid marcó un penal cometido por Diego Reyes. Bolaños tomó el balón y vio la oportunidad de vengarse del arquero mexicano que toda la noche había evitado el gol de los sudamericanos. Corona se lanzó sobre su costado derecho para atajar el disparo desde los 11 pasos. Una vez más ganaba el mexicano.
Fue una noche redonda para el meta celeste, y un partido malo para el equipo en general, con chispazos de Herrera, Chicharito y Guardado, pero con una defensa que dejó mucho qué desear. Corona ha demostrado que tiene condiciones para ser titular, peleará de tú a tú con Memo Ochoa. El Piojo Herrera ya tiene un sano y bonito problema en la portería.