“Señalé a Cristiano para el mercado italiano cuando yo trabajaba en el Juventus. Era un Sporting Lisboa-Belenenses del octubre de 2002. Él llevaba el número 18”, dijo el ex encargado de los fichajes en entrevista para EFE.
Cuando fue a Portugal a ver a Ricardo Quaresma se encontró con un chaval de 17 años que apenas jugaba su tercer partido. “Llamé a Turín y puse por escrito que sería el mejor jugador del mundo, obviamente después de Maradona. Negocié, llevé a Cristiano a Turín en 2002 para firmar con el Juventus pero Salas no aceptó el trueque”.
Cerró platicando que Salas no quiso aceptar la oferta y que por unos cuantos millones acabó en el River Plate, diciendo que “así, el Juventus perdió a Cristiano Ronaldo”.