Por: Ángel Armando Castellanos
En el 2003 era el fichaje estrella de un Barcelona en fase de reconstrucción. La limpia de holandeses estaba por iniciar de la mano de Frank Rikjaard. Junto a ellos figuraba Rafael Márquez, también de reciente adquisición.
Para el América, octubre de aquel año fue un mes especial. El día 12 celebró su 87 aniversario. En el marco de esa fecha aprovechó para despedir del profesionalismo a su máximo goleador: Luis Roberto Alves Zague, desterrado años atrás al Atlante y al Necaxa.
El rival elegido para dicho encuentro fue el Barcelona. El Barcelona de Ronaldinho. El astro formó el tridente de ataque con Javier Saviola y Luis García Sanz. Aquella noche de 2003 fue la última vez que el brasileño jugó en el estadio Azteca. Aquella noche nadie presagiaba que los catalanes comenzarían a construir una historia de éxitos en los siguientes años.
Un gol de Hugo el Misionero Castillo, a pase de Zague, abrió el marcador. En el segundo tiempo, Sebastián Abreu devolvió un pase de Frankie Oviedo para que el colombiano pusiera el 2-0 definitivo. De la actuación del 10 blaugrana poco se recuerda.
Antes de ese partido, Dinho había jugado en el Azteca. En 1998 ganó 2-1 al América en la Copa Libertadores, representando al Gremio de Porto Alegre. En 1999 sufrió en la Copa Confederaciones al caer 4-3 con México.
Hoy pudo celebrar con dos goles su primera victoria en 17 años ante el América en el estadio Azteca. La primera también para el Querétaro.