Por Chris Ángeles
Cine y futbol, una combinación harto ganadora. Estamos a escasos días del inicio del Mundial y en el grupo que le tocó a la Selección Mexicana, existe el común denominador de haber grandes cineastas. Verdaderos monstruos del séptimo arte. Si la justa mundialista fuera jugada por un representante por país, ¿Quiénes darían la cara por su selección?
Ingmar Bergman – Suecia
Empecemos con los suecos. En la cancha actualmente no parecieran pintar sin la presencia de Zlatan, ya que su actual entrenador lo cepilló de la convocatoria. De lo que sí estamos seguros, es que si Bergman estuviera al mando de los jugadores, los llevaría a romperla en Rusia. Considerado como uno de los directores clave de la segunda mitad del siglo XX y con tres premios Oscar en sus vitrinas, sería un digno representante del Wunderteam. De semifinales para adelante.
Luis Buñuel – México
Sí, ya sabemos que nació en España, pero tras el exilio de la Guerra Civil Española, se nacionalizó mexicano. Si el Guille Franco pudo, ¿Por qué él no? El cine mexicano no se entiende sin una de sus obras maestras: Los Olvidados de 1951. Lamentablemente falleció en 1983. Sin duda él nos dirigiría mucho mejor que el Profe Juan Cambios Osorio.
Fritz Lang – Alemania
Los alemanes están acostumbrados a romperla en todos los ámbitos y el cine no sería la excepción. Nacido en Viena, pero nacionalizado alemán años después, fue un gran representante del Expresionismo. Metrópolis en 1927 y M el vampiro de Dusseldorf en 1931, son sus obras más representativas. Die Mannschaft bien podría echar mano de él para suplir a Joachim Low. Para la mala fortuna de los teutones, falleció en 1976.
Jung Byung-gil – Corea del Sur
La industria cinematográfica de Corea se había visto estancada hace unos años. Caso similar a lo que sucedía con la selección, a quienes no se les veía como rivales de prestigio. Para su buena fortuna, han levantado en años recientes, para muestra un botón: La Villana, producción de 2017, tuvo buenas reacciones en el Festival de Cannes. Justo como se espera que los asiáticos vayan y dicten cátedra –aparte de velocidad- en las canchas rusas.