Por César Orlando Beltrán Chávez
“El Temo avanza, se dispone a tirar su shoot out, se acerca, sale el portero… ¡Gooooool! Se define el partido en serie de shoot outs”. ¿Te imaginas una situación así? Pues la Major League Soccer (MLS) proponía cambios en el reglamento como una tanda de shoot outs para evitar los empates o poner el cronómetro en retroceso a los 90 minutos. Liga creada en 1993, la MLS tiene como precedente en Estados Unidos la NASL.
A casi 25 años de su creación sigue alejada de la calidad y nivel que tiene la Liga MX. Eso sí, sorprende que el sector empresarial americano todavía confíe en ella. Es comprensible que 50 años de diferencia entre cada liga implique retraso, pero a pesar de inversiones millonarias en la MLS, las diferencias entre ambas son increíblemente marcadas.
La MLS es joven, pero que el Puebla esté mejor ubicado que tu club número uno en el Ranking FIFA por 17 lugares, sólo te demuestra que hay algo mal, muy mal. Entre Dallas FC y Tigres hay 267 sitios de diferencia. Ahora, si dejamos que las vitrinas hablen, simplemente el América tiene siete Concachampions y los equipos de la MLS nomás dos. La Liga MX ostenta 33 trofeos de la Concacaf.
Kaká, Steven Gerrard o Thierry Henry, no pueden atraer tanta afición como Cardozo, el Bofo o Jorge Campos, quienes vivieron sus mejores tiempos frente a un público que esperó el fin de semana para deleitarse con partidos intensos desde un aguerrido Pumas-Cruz Azul a un Puebla-Atlas. La Liga MX se siente.
Clubes mexicanos que representan una lucha de clases y sectores sociales, mexicanos y extranjeros tras un balón en la Liga MX. Nuestro torneo es pueblo, es nuestro, es un chavo que sale de Ocotlán, Jalisco, para cumplir su sueño de pisar un campo profesional, un joven de Tepito rompiéndola y convirtiéndose en campeónla copa. Aquí no hay jugadores franquicia, y sí hay equipos con una mezcla de futbolistas que buscan oportunidades para mostrarse.
Nuestra liga posee un sabor latino en el que características físicas de los jugadores no son tan importantes como su habilidad, velocidad, toque. Para nada es como la MLS que quiere satisfacer a sus aficionados que no conocen de futbol, así como a la gran cantidad de paisanos que añoran la patria y extrañan a sus Chivas o América. Lamentablemente la MLS está muy lejos de provocar mínimo sentimiento. ¿Cómo comparas un supuesto clásico californiano entre el Galaxy y Earthquakes a un clásico regio que vuelve el Volcán un hervidero de emociones?
Deja tú que la liga mexicana sea la número 11 a nivel mundial y la estadounidense la 59. Olvídate de que el pacto de caballeros perjudique al futbol y de que algunos árbitros necesiten un par de lecciones, por no decir que otra cosa. Lo que la MLS no entiende es que el talento no sólo se encuentra en las universidades, sino también en la calle. No entiende que la camiseta se suda, se tatúa. No entiende que el balón es el sueño de millones de niños. Debe entender que esto no es soccer, pero sí futbol.