Por Alejandro Miranda
Gracias a Juan Carlos Osorio las dudas en la alineación de México son existenciales. Javier Hernández pinta para ser el titular a pesar de no tener mucha actividad este año, aunque no hay que preocuparnos porque existen motivos para poner toda la fe en nuestro guisante tricolor.
1.- Es un dios
Ya con eso tenemos hasta de sobra para creer en él. Simplemente es una deidad futbolera que con cualquier movimiento puede hacer que el balón termine en la redes. La divinidad es uno de sus mejores aliados.
2.- hace goles inimaginables
Debemos creer en él porque es distinto al resto. Perfora porterías de una manera especial. Además de definir con la derecha o con la zurda, lo lleva al extremo y los mete con la nuca, la cara e incluso sin tocar la bocha.
3.- es el máximo goleador del tri
Sus 49 goles con la Selección hablan muy bien de ChichaDeus. Es cierto que muchos lo critican por hacerlos contra equipos moleros, pero no importa, un gol es un gol. Los rivales con solo saber que sigue en activo sienten un miedo indescriptible que hasta empiezan a aventarle rosas.
4.- La suerte está de su lado
Aunque digan que la suerte no juega, para nuestro jugador sí que lo hace. Siempre busca la manera para hacernos reír con sus pirulos chuscos. De que los mete, los mete, pero de una manera peculiar fiel a su estilo.
5.- aparece cuando menos se espera
Es un killer. Tal vez tiene sus etapas de sequía, pero en los grandes eventos se prende. Ya lo demostró en Copa Confederaciones y en los dos Mundiales que ha ido. Dos pepinos en Sudáfrica y uno en Brasil hablan de su poderío.