Paco Memo, este lunes México volvió a quedarse donde siempre, no hubieron sorpresas ni para bien ni para mal, pero el día de hoy, si hay alguien que merece comer en mesa aparte eres tú.
Aún en la derrota, tienes la virtud de sobresalir a lo grande, te volviste a topar con Brasil y a pesar de que esta vez venían con hombres de más experiencia y magia que hace cuatro años, no te achicaste y nuevamente diste cátedra en la portería.
Hoy como siempre, volviste a sacar las papas del fuego y no queda más que ponernos de pie y darte las gracias por dejarnos vivos hasta este día y por meter lo que fuera necesario para poner al país con honor frente al mundo; hoy queda prohibido culparte y criticarte.
Sí, te tuviste que comer los dos goles con los que la Verdeamarelha nos liquidó, pero de no ser por ti, nos hubieran metido ocho, (la estadística dice que tapaste seis claras), de no ser por ti, Suecia nos ridiculizaba más, de no se por ti, Corea nos hubiera ganado y de no ser por ti, Alemania nos empataba con ese tiro libre de Kroos.
Ni De Gea ni Neuer pudieron presumir de tener juegos como los tuyos, y es por eso que tú no debes recibir el desprecio ni la derrota, fuiste quizá el mejor mexa en Rusia y sí o sí, debes llegar en este verano a un equipo que esté a tu altura, porque te lo mereces.
Tu carrera ha sido muy dura, has estado en equipos donde la defensa te deja la chamba solo a ti y como siempre, aún cuando atajes mil y solo te metan una, eres el único arrojado al fuego.No te mereces eso. Te consagraste como uno de los mejores en la historia del país y, en opinión de un servidor, por hoy de los mejores en el mundo.
Ojalá que después de este Mundial que diste, los dioses del balón se pongan a cuentas contigo y te regalen lo que la gente que te ha seguido siempre sabe que mereces desde que debutaste, aunque se aproxime el final de tu carrera, nunca es tarde para lograr cosas fregonas y debes ser prueba de ello.
Memo, un simple felicidades de tu pueblo no es suficiente, te mereces los aplausos de todo el planeta porque el tener los pantalones de dar la cara antes, durante y después de la victoria o derrota, es algo que muy pocos hacen, tú solo sigue así de humilde y esforzado, nosotros nos encargaremos de mantener tu leyenda viva, porque lo tienes bien merecido.