El titular del Comité de Ética de la FIFA, Michael García, ha renunciado a su cargo luego de que la FIFA ignorara su informe sobre actos de corrupción en la elección de las próximas sedes mundialistas.
Hace un par de semanas, el organismo rector del futbol mundial concluyó que el informe no presentaba pruebas claras de las irregularidades que acusaban a Blatter y su desempeño. Pocas horas después, García desmintió el anunció y resaltó la necesidad de hacer públicas las investigaciones con los debidos señalamientos.
Ayer, la FIFA desechó la apelación del abogado americano sobre el informe de 340 páginas que contenía información detallada sobre los proyectos de Rusia 2018 y Qatar 2022. Michael García ha declarado ante su renuncia que hace falta liderazgo en el organismo y acusa especialmente que ha perdido la confianza en Hans-Joachim Eckert, juez de ética, por desestimar su trabajo.
El que hoy dimite dirigió una investigación de 18 meses y su indignación responde a las mala interpretación de sus conclusiones. Pero utilizaron el propio código para detener las especulaciones: “La Comisión de Apelación de la FIFA reiteró que la función del Código Ético (CEF) es sancionar a personas que hayan infringido el código. La declaración no está dirigida a una o varias personas en concreto y no contiene ninguna sanción en virtud del art. 30 del CEF”.