El nombre de Lionel Messi significa goles y alegría para los argentinos, para los aficionados al Barcelona y para casi todos los amantes del futbol. Santiago López Menéndez también lo relacionará con la continuación de su vida.
Así como en 1992 Hugo Sánchez evitó la muerte de dos periodistas mexicanos, Messi evitó que Santiago dejara de existir terrenalmente en Nigeria, de acuerdo a información del Diario Clarín de Argentina.
En esta ocasión Santiago -de profesión Ingeniero Agrónomo y aficionado de River Plate- llevaba dos días secuestrado. Había sido golpeado sin parar. Sus captores creían que era estadounidense, pero se equivocaban. En inglés, él trataba de explicarles que era sudamericano, no norteamericano. Sus palabras no fueron comprendidas y a cambio fue golpeado.
Sin saber qué hacer, gritó “¡Messi! ¡Messi! ¡Messi!”. En automático las agresiones redujeron su intensidad. Tres días después de su encierro recobró la libertad. La empresa Flour Mills pagó el rescate y así volvió a ver la luz. Ahora se encuentra en la Embajada Argentina de Laos, capital nigeriana, junto a su hermano Jorge, su novia y el embajador.
Su prójimo contó lo sucedido al periódico sudamericano vía chat. Santiago sólo tuvo una petición: “Deciles que agradezcan a Messi, que nombrarlo fue lo que me salvó”.
Ahora Santiago pretende volver a Argentina tan pronto como sea posible, acompañado de Jorge y su pareja. Por su parte, Messi sigue regalando magia en la Copa América de Chile, mientras aquél desconocido sentirá gratitud eterna hacia él por salvarle la vida.