Lucha de egos. Cristiano Ronaldo y Gareth Bale viven días de gloria. Uno acumulando Botas de Oro y el otro llevando a su país a la fase fina de la Eurocopa. Son héroes a su manera. La historia, sin embargo, no parece tan idílica cuando pisan Valdebebas, cuando llega el momento de convivir en el vestuario día tras día.
Barnett, agente del galés, llamó a la puerta del despacho presidencial el pasado verano con el fin de encontrar una solución, lo que su representado consideraba una situación mala para sus intereses. No quería seguir jugando en la derecha. Buscaba cambiar la posición sobre el césped y quería saber el rango que iba a ocupar en el futuro dentro del equipo blanco.
Incluso algunos medios apuntaron a una incompatibilidad con Ronaldo, cuestionando la convivencia entre ambos. El descanso aplacó la ira del galés, pero el tiempo y el día a día parece que ha encendido la llama del conflicto. Al menos eso es lo que se deduce tras las palabras del citado Barnett.
La respuesta debió convencer a Bale, que decidió seguir de blanco pese al ingreso del Manchester United en su fichaje. No tenía dudas, pero lo prometido parece que tarda en llegar. Siguen existiendo detalles en esa convivencia que no convence al ex del Tottenham, tal y como reclama su agente.
Florentino Pérez y Rafa Benítez quieren poner fin a esta disputa, a esta lucha de estrellas que puede terminar estrellando al Real Madrid. El presidente ve en peligro la estabilidad del club o de gran parte de su patrimonio, y el entrenador la tranquilidad del vestuario.
El técnico insiste en que el vestuario es sano y respira armonía, pero en su interior sabe que tiene un problema y ese no es otro que solucionar una situación que cada día es más tensa, calzoncillos al margen.