Por: José Felix Díaz
La España campeona es historia. La España que podía con todo y con todos se quedó en Brasil y no ha vuelto. Lo sucedido en Zilina el jueves demuestra que Del Bosque y sus jugadores han perdido el rumbo y no son ni la sombra de lo que fueron. Se habla de las ausencias de Xavi, Xabi o Villa y no del delicado estado de forma de jugadores como Iniesta, Casillas o Jordi Alba. Lo cierto es que la Roja se hunde y se está acostumbrando a perder.
El día después de la inesperada y dolorosa derrota ante Eslovaquia fue de tensa tranquilidad. Viaje a Luxemburgo, caras largas y, como de costumbre, cero autocrítica. El más tocado de todo el grupo no era otro que Iker Casillas. El fallo que originó el primer tanto eslovaco y que obligó a España a ir a remolque en todo momento, ha dejado muy tocado al capitán.
Casillas jamás había sido criticado hasta el pasado mundial y el fallo de Zilina llega en el peor momento posible, justo cuando parecía que su forma se acercaba a la que le llevó a ser considerado como el mejor del mundo. Además, las críticas y los pitos del Bernabéu, esos que le estaban señalando desde principio de temporada, se estaban silenciando. Ahora todo el mundo vuelve a hablar del portero madridista y de su estrepitoso fallo ante Eslovaquia.
Los planes iniciales hablaban de repartir partidos entre el citado Casillas y De Gea, pero lo sucedido el jueves puede que haga cambiar los planes de Del Bosque. Las dudas se centran en saber cómo está el estado de ánimo del portero y lo que podría significar en su cabeza una suplencia. La afición clama por la titularidad del portero del Manchester United, pero el seleccionador continúa dando prioridad a Casillas, algo que tiene una complicada explicación deportiva.
El fracaso en Brasil pudo haber representado cambios significativos, pero los dirigentes de la federación han optado por dar continuidad al proyecto Del Bosque, algo que se pone en duda desde todos los rincones. Prensa y aficionados ya cuestionan a un técnico que según afirmó tras el partido, el resultado fue injusto y que España mereció mucho más de lo logrado en Zilina.
La circunstancia cada vez se asemeja más a la vivida con Javier Clemente en el banquillo español. El Mundial de Francia vio como España quedaba eliminada a las primeras de cambio. Clemente se aferró al puesto, pero una posterior derrota ante Chipre, significó el adiós definitivo del polémico técnico.
Villar y sus directivos no se plantean el adiós de Del Bosque. La breve charla que mantuvieron presidente y entrenador no fue más allá de un intercambio de palabras de consuelo y poco más. Para Villar no hay nada de que hablar respecto al futuro del seleccionador y como Del Bosque no se plantea otra cosa que no sea seguir, nada cambiará. Al menos de momento. Luxemburgo tiene la palabra.