Los pronósticos fueron despedazados en el US Open. Contra lo que los momios indicaban, la final de singles femenil será entre dos italianas: Roberta Vinci y Flavia Pennetta, que despacharon a las dos primeras sembradas: Serena Williams y Simona Halep.
Flavia dejó sin alternativas a Halep. La belga, que ha tenido un buen año en el circuito de la WTA, se vio sorprendida por dos breaks de Pennetta en la primera manga. Aunque en el segundo set buscó ser más sólida con el servicio, un nuevo rompimiento sentenció la semifinal.
Por su parte, Roberta dio la sorpresa del torneo. La número 43 del mundo parecía una víctima ideal para Serena, que se encaminaba a un título más sin otorgar muchas opciones a sus oponentes. Pero el color del juego cambió drásticamente en la segunda manga, cuando Vinci sorprendió a Williams con un quiebre que resultó fundamental. La local resintió el golpe y, a pesar del apoyo del público, su dominio no fue abrumador y abrió un resquicio bien aprovechado por la italiana.
La final entre Vinci y Pennetta es algo completamente novedoso. Será la primera entre dos italianas en la historia de los torneos Grand Slam y es la primera que ambas jugadoras disputan.
Además, sólo dos compatriotas suyas habían disputado un título Grand Slam: Francesca Schiavone, quien lo hizo exitosamente en Roland Garros 2010, y Sara Errani, quien cayó en la final de ese mismo torneo en 2012.