Por Saúl Ruiz Hernández
Juanáticos, nosotros preocupados por su salud, les queremos recomendar y aconsejar que vayan agendando cita con los siguientes médicos para después de esta fiebre del Mundial, la cual nos espera con grandes sorpresas.
Psicoanalista
Al cual más de uno de uno recurriremos, por las malas decisiones de los árbitros, del entrenador de nuestra selección, del VAR, o incluso si nuestra selección se encuentre arriba del marcador y la cruzazulean, ahí podremos sacar nuestros traumas como el #Noerapenal (aún no lo supero).
Cardiólogo
Debido a las sorpresas que el Mundial nos tiene guardadas, desde un 7-1 como al pasado al anfitrión, una selección chica que llegue a cuartos de final o el típico partido que se define en el último minuto, ya sea por un penal, tiro libre, tiro de esquina -hay que llevar a Moi Muñoz- en fin, ese partido que te mantendrá a punto de un paro cardíaco.
Dentista
Después de un mes de ver el Mundial y de consumir cuanta botana se nos presente enfrente, las caries, dolores de muelas y demás, estarán a todo lo que dan. Esto sin contar la cantidad de dientes dañados por las uñas mordidas durante la presentación de la alineación de cada partido y de los momentos clave.
Nutriólogo
Ya sabemos que a la mayoría de los juanáticos les importa un cacahuate esto, pero a una parte de ellos y de nuestras juanáticas este tema está en la agenda. Después de consumir todas esas garnachas, los pantalones ya no van a cerrar y con las playeras tan apretadas parecerán embutidos, y qué decir de los gimnasios, más llenos que a inicio de año .
Otorrinolaringólogo
Además de ser un gran trabalenguas y tardar más en tratar de pronunciarlo, que en sacar la cita, esta sala de espera estará más que llena, después de cada partido la garganta estará más que irritada por tanto grito, quejas, reclamos y goles; eso sin olvidar a nuestros lindos oídos los cuales estarán expuestos a todo lo que se nos ocurra gritar.
Gastroenterólogo
Además de la mala comida consumida, este amigo nos ayudará demasiado, porque más de uno se aguantará las ganas de ir al baño por ver un momento decisivo del partido o por esperar a que llegue el medio tiempo para aliviar su cuerpo e incluso por esperar a que la fila del baño avance.