Se lo toma con seriedad. Piensa disfrutar el encuentro contra Morelia. Será su homenaje. Su última vez con el club de sus amores. Un día especial para él. Se olvida de fiestas. Para Cuauhtémoc Blanco “es un partido de Liga, no una cascarita”.
Quiere pasarlo bien. Ahora mismo “estoy muy feliz, muy contento”. Lleva tres semanas entrenando. En entrevista con Fox Sports aclara que “el sábado voy a correr como chavillo”.
Sabe que hubo polémica por su registro en la Liga MX. “Que digan misa”, responde. Considera que “hay gente envidiosa” que no está de acuerdo con que él sea feliz.
Habla sobre su americanismo. Cuenta que “desde los seis años” sus tres tíos lo hicieron amante del azulcrema. Al club le tiene “un gran cariño”. Recuerda que dejó “grandes amigos” y que en la institución “la gente me quería mucho”.
Lo único que lamenta es cómo lo trataron cuando pidió retirarse ahí. Se decepcionó por “las formas”. No le gustó lo que pasó con algunos miembros de la directiva. Al mismo tiempo le agradece a Emilio Azcárraga y a José Romano por darle la oportunidad de irse en un duelo oficial.
Sobre el enfrentamiento contra Morelia confiesa que todavía no habló con Ignacio Ambriz. “No tengo ni idea de dónde me va a poner”, insiste. Este jueves entrenará con el equipo y ahí descubrirá lo que el entrenador busca de él.
Finalmente es cuestionado por la actualidad de Ambriz. Ve “normal” que cada semana se dude de su continuidad. Se trata del América. Quien llega a dirigir “siempre está con las maletitas ahí”.