Por: José Félix Díaz (Corresponsal en Madrid)
El día en el que el Real Madrid goleó casi sin querer a un flojo y entregado Athletic, el Bernabéu siguió adelante con esa extraña batalla hacia Iker Casillas como gran protagonista. Una buena patada suya mediada la primera mitad a tiro de Ibai Gómez sirvió para que gran parte de la afición madridista ovacionara a su capitán y para que la otra mitad del estadio pitara al portero titular de Ancelotti.
La pregunta es clara, ¿a quien pitan esos aficionados? ¿A su portero por hacer una buena parada o al que ve como su enemigo por extrañas causas? Lo cierto es que esa guerra perjudica a su equipo, al Real Madrid. Casillas ve como cada gesto suyo es analizado al detalle y como los aplausos son rápidamente ensombrecidos por extraños pitos que llegan procedente de seguidores del equipo blanco. Increíble pero cierto.
Casillas parece mantener la calma y estar ajeno a todo lo que sucede a su alrededor, pero comprobar que su afición cuestiona todo lo que hace, al menos parte de ellos, no es nada agradable. Sus prestaciones continúan mejorando. De siente mas cómodo y seguro en lo que hace, tal y como demostró ante el Athletic.
La llegada de los goles, Cristiano Ronaldo inauguró el marcador, apuntaban a la presencia de Chicharito sobre el césped en la segunda mitad, pero la lesión que sufrió Sergio Ramos hizo cambiar los planes al entrenador italiano. El mexicano se quedo en el banquillo y no pudo demostrar esas ganas que pone en cada aparición. El delantero tenia la espinita clavada después de la oportunidad desaprovechada en Sofía ante el Ludogorets.
El Real Madrid, tal y como demostró ante el Athletic ya ha encontrado la velocidad de crucero, esa misma que le permite golear hasta con facilidad a quince de los posibles rivales por el título de Liga. Ante el Athletic fueron cinco los goles, pero en el minuto tres la historia parecía sentenciada, al menos eso pensaron los desanimados seguidores del Athletic.
Cristiano Ronaldo continúa con su imperial marcha en el campeonato de Liga. Ya luce trece goles en su cuenta tras los tres ante el Athletic en el que ha sido su tercer hat-trick de la temporada. De seguir con esta racha, los números de goles del portugués se pueden ir por encima de los sesenta. Y es que el portugués no parece tener fin.