Por Rockfael Ávila
¡Ar-gen-ti-na! Tierra donde el futbol es literalmente religión, donde nació el 'D10S' de la Iglesia Maradoniana y hasta el ex-presidente de Boca Juniors llegó a ser presidente del país, en pocas palabras, tierra donde casi todo gira al rededor de la pasión que el futbol despierta, ahí, justo ahí, existió un personaje que en verdad detestó el futbol.
Uno de los más distinguidos argentos en toda la historia, considerado el más grande escritor latinoamericano de todos los tiempos, en realidad detestaba el futbol, ¡Sí! Hablamos de Jorge Luis Borges, Autor de grandes cuentos y poemas; clarín corneta que ya leímos cuentos como El Inmortal, El Jardín de Senderos que se Bifurcan o Las Ruinas Circulares y por supuesto el famoso poema El Ajedrez.
Pero no nos desviemos del tema, por allá del año 1978, Borges fue quien más detestó que el Mundial se jugara en su país, y más de una vez declaró en contra:
Y es que al parecer, fue el único argentino que no vio el mundial de su país, incluso el día en que la Argentina jugó la final del Mundial, el mismo Borges citó a toda la comunidad a una charla magisterial en su biblioteca para hablar sobre su increíble y casi mágica percepción de la inmortalidad.
Otra de sus frases matonas fue:
Creo que nosotros los fanáticos no estaríamos muy bien parados, y sin dudas nos mandaría a encerrar a La Casa de Asterion o a ser devorados por la Anfisbena. Sin embargo, también se dio su oportunidad para asistir a un partido de futbol, el Monumental de River, que fue el estadio que tuvo tan especial distinción. Su amigo, el uruguayo Enrique Amorín, se encargó de acompañarlo y sufrir las delicadezas que le dedicó al llamado 'Deporte de Todos' en Argentina.
Aunque también dejó una gran frase para reflexionar y que los que amamos el futbol seguramente entendemos bien:
Como dato curioso, Borges dejó este mundo un 14 de junio de 1986, exactamente, milimétricamente, casi… ok ya, exactamente 8 días antes de la muy afamada 'Mano de Dios' ¿Será que desde algún lugar decidió dar a su manera poética, una llamada más para evitar el futbol?
Para cerrar, aquí algunas otras frases del autor de El Aleph que denotan su odio al fútbol:
Lo que pasa es que no le tocó ver a Beckham, a Totti, a Ronaldinho o aún mejor, no le dio tiempo de deleitar sus pupilas con Huiquidios o el Tiburón Sánchez.