La mayor ovación ocurrió en el estadio Deodoro. Y no, no fue por una medalla o una victoria épica, Marjorie Enya e Isadora Cerullo, protagonizaron la mejor historia de amor durante los Juegos Olímpicos.
Mientras Australia celebraba el título conquistado sobre Nueva Zelanda, Enya, encargada del estadio, entró al terreno de juego, agarró un micrófono y declaró su amor a Cerullo, jugadora de rugby de la selección de Brasil.
“En tanto supe que iba a ser parte de la selección pensé que tenía que hacer esto de una manera especial”, le dijo Enya a la BBC. ¡Pronto habrá boda!