Después de su penal fallado en el partido contra los islandeses, los ojos del mundo estaban sobre él. También que CR7 lleve dos juegos seguidos con gol es un factor de presión extra para una Pulga que hizo su mayor esfuerzo en el partido frente a los croatas.
En el primer tiempo vimos que sus compañeros siempre le dejan todo encima, el problema es que no entienden su estilo de juego como lo hace en Barcelona, aún así se encargó de comandar los ataques. Tocó algunos balones, pero sin causar peligro en la portería rival. Cometió una falta y metió la mano en una jugada en tres cuartos de cancha, clara muestra de que no sería un gran día.
En el segundo tiempo fue una víctima de un parado sin pies ni cabeza de Sampaoli. Todo se trata de que lo busquen para que saque las papas del fuego. Las llegadas más peligrosas de su selección fueron orquestadas por sus botines. Croacia les quitó el balón, como consecuencia la Pulga terminó por desaparecer del partido.
Le tocó ver cómo caía la goleada. Ahora está junto con sus paisanos al borde de la eliminación. Otra vez contra Nigeria saldrá para echarse a una Argentina que tiene todo menos ser un equipo.
